jueves, 7 de octubre de 2010

Parto – Energía fluidamente viva

ACTIVIDAD:
Charla y reflexión colectiva

TEMA:
Parto – Energía fluidamente viva

DURACION:

1 ½ HORAS (considerando la charla 1 hora y la reflexión colectiva media hora)

OBJETIVOS:
- Proponer el parto natural como opción renovada para mujeres que respetan sus procesos de vida.
- Abordar de manera médica clínica occidental las complicaciones de la cesárea.
- Clarificar la secuencia del proceso y los medios por los cuales uno accede al estado de trance para liberar el dolor y hacer de esta experiencia una experiencia de gozo.
- Construir una mirada mas dulce y amable para el parto desde la experiencia de la madre y la del recién nacido.
- Ampliar las opciones de parto conociendo el actuar de las parteras ancestrales.
- Implicar la aplicación de energía durante el proceso del nacimiento.
- Cuestionar el sistema de miedo impuesto tecnológicamente.
- Cuestionar profundamente el sistema medico occidental y su forma de recibir la vida en este planeta
- Profundizar en las habilidades de traer niños capaces de amar la vida desde el primer momento promoviendo el movimiento nacer sonriendo.
- Crear una red virtual de apoyo solidario entre los y las participantes para intercambio de experiencias y solidaridad compartida, recreando así la comunidad virtual de respaldo al parto como experiencia transformadora de vidas.

DESARROLLO:
Presentare una charla sobre el tema de parto consciente y natural , con respaldo bibliográfico y sobre todo de la propia practica personal , para la presentación tendré papelógrafos sencillos como material de apoyo. Luego de presentar la información sobre el tema, daremos paso a los comentarios, dudas, experiencias personales, todo encaminado a sentirnos y pensarnos inmersos en la red viva de la vida. Para Hombres y Mujeres que desean reconectarse con este entramado de experiencias que nos transforman desde lo mas profundo de nuestros instintos que sujetan la vida con fuerza.

FUNDAMENTO:
El parto ha sido y es tema frecuente de miedos dudas, cambios profundos, que no se hablan directamente o son temas no muy compartidos, lo cual genera desinformación y aumentan los temores a la hora del nacimiento, ya que solo se presenta la medicina occidental como única opción a la hora de parir sobre todo en la ciudades. Muchas mujeres han perdido la conexión con sus cuerpos y sus propios ritmos, por lo que en un momento tan decisivo se someten a lo que sea necesario, incluso una cesárea que podría haberse evitado cuidando y respetando los ritmos y el momento particulares de cada criatura dentro del vientre y de cada madre.
Además promover la participación del padre, progenitor o del compañero en turno, en el momento del parto, ya que si ayudan a hacer los hij@s deben también ayudar a recibirl@s. Todavía esta en nuestras manos el sentido de recrear comunidad, fortaleciendo lazos afectivos y sociales entre todos y todas.
ADJUNTO EL DOCUMENTO: EXPROPIACION DEL PARTO- Elaboré este articulo para una revista hace un par de años pero nos sirve de base y de referente para apoyar el debate pero sobre todo el compartir sentimientos e ideas al respecto del parto.
También adjunto diapositivas de PARTO NATURAL que me sirven de apoyo visual durante las diferentes charlas de parto en distintos lugares, solo para compartir en linea, ya que la presentación será una exposición al aire libre donde no usare ningún tipo de aparatos.


EXPROPIACION DEL PARTO
Vivian Camacho
A estas alturas del desarrollo tecnológico _ científico a nivel mundial, donde ha sido impuesto un sistema de vida tan artificial , que los aspectos mas fundamentales y mas íntimos del ser humano se han tornado mecánicos, se escriben manuales de cómo criar a los hijos, manuales de cómo sentir, de cómo vivir, de cómo vestir y qué comer. Los instintos son considerados aspectos oscuros y despreciables por esta sociedad donde las apariencias son lo único importante, qué importa que no tengas hambre tienes que comer porque el reloj así lo indica o no tienes que comer porque la anorexia esta de moda, qué importa que te sientas súper incomodo y adolorido con tal de encajar en trajes y zapatos solo por verte elegante, qué importa que sientas ganas de llorar o gritar cuando algo te duele o te molesta solo por aparentar fuerza sonríes ahogando tus impulsos básicos, los que precisamente hacen que la vida siga manifestándose a pesar de los esfuerzos grandes que hace el capital por desaparecerla y a nosotros junto con ella
La alegría sincera, un grito liberador, o un profundo y triste llanto son anestesiados por el mercado de consumo donde te ofrecen todo tipo de adormecedores “para estar bien, y verte bien”; parte de la vida es el claro y el oscuro; la cobardía frente a nuestra necesidad básica de expresión hace que se busquen seudo-consoladores de cualquier tipo, cualquier cosa se hace vendible cuando te engañan pública y publicitariamente vendiéndote apariencias, exteriores maquillados de falsedad: te venden felicidad y bienestar
Junto con el progreso vino también la manía de la perfección ( A criterio de quién? Qué es perfecto? Por qué?) , el miedo al dolor, el miedo a la muerte, fueron llevados a su máximo esplendor, el miedo por si mismo se hizo amo y señor de las vidas amedrentadas y sumisas de los compradores masivos, programados televisivamente para verse siempre bien, para competir y odiar al vecino que compra mas cosas que tu, para odiar las enfermedades, para odiar la muerte: la vida y la muerte hermanas desde el inicio de los tiempos, ahora son enemigas porque así te enseñaron.
La conexión ancestral de nuestros antepasados con los ciclos de la vida , la muerte, la naturaleza y todo lo que implica cambio sin temor alguno, ha sido reemplazada por manuales de adoctrinamiento y enceguecimiento del ser cuestionador, la cultura del miedo esta enraizada en la cotidianidad, ya no se respetan los flujos del universo en continua transformación, el afán controlador del capital obliga a las personas a moverse siempre a la defensiva, ya no se confía en la abundancia de la existencia. Las vidas tecnificadas tienen origen en un hospital moderno lleno de aparatos, porque incluso existen manuales de cómo parir un hijo sobre este planeta (cosa que ha estado haciéndose instintivamente desde el origen mismo de la condición humana) algo tan carnal-sexual-instintivo y ritual ha sido mecanizado al extremo de la violenta locura que ocasiona el terror infinito a la muerte y al dolor: los niños nacen a través de cirugías mayores (CESAREAS) y para evitar el dolor la madre es anestesiada porque siente horror de su propio parto, le rasuran la vagina y la mantienen con una batita en la sala fría, en espera del parto “Perfecto”, lista para entrar al quirófano para controlar cualquier sorpresa que la vida pueda traer: se ha expropiado el parto
Desde pequeñas se nos viene diciendo que el dolor mas grande de este mundo es el parir, es el alumbramiento, que tener un hijo es lo peor que te puede pasar y quedas marcada para siempre con ese dolor , pero si nos vamos al inicio de la gestación, cuando el ovulo y el espermatozoide se juntan en el estallido orgásmico que hace posible la vida que se implanta en el útero, entonces el útero se contrae y se expande de puro placer; un fenómeno similar tiene lugar en el momento del parto, las mismas hormonas que hicieron bailar al útero al momento de la fecundación son las encargadas del trabajo de parto: entonces por qué duele? Por qué no es el mismo estallido orgásmico o aún algo mas intenso?....Porque desde pequeña esperaste un parto doloroso, así te enseñaron.
Hoy en día cuando una embarazada llega a un hospital, la tratan como a cualquier enferma, es un número mas de la lista, ya no es una persona que esta apunto de vivir un gran acontecimiento vital, el aspecto ritual y comunitario del nacimiento ha sido totalmente desplazado por un equipo médico, un quirófano y muchas precauciones
Pero aún dentro de la gran tecnología y perfección que implica una CESAREA, las complicaciones de esta incluyen: En la madre: hemorragias, traumatismos vesicales, lesiones intestinales, neuritis por compresión instrumental, anemia, trombosis, embolia pulmonar o cerebral, peritonitis, etc.
Igualmente la intervención también conlleva una serie de riesgos para el bebé, los principales el síndrome de distress respiratorio del recién nacido, la taquipnea transitoria, y la prematuridad iatrogénica (prematurez inducida por los procesos médicos)
En una sociedad donde el nacimiento se ha medicalizado hasta extremos peligrosos y donde el énfasis se sitúa "en obtener un bebé sano" a cualquier precio se tiende a minimizar la posible repercusión psicológica del nacimiento por cesárea en la madre. El propio término "cesárea" favorece la trivialización de la cirugía: "hacer una cesárea" suena mucho menos dramático que decir "le han tenido que operar para sacar al bebé" o "ha tenido que pasar por una cirugía mayor abdominal para dar a luz". Así, mientras los cirujanos de otras especialidades médicas suelen ser conocedores de que las reacciones depresivas son frecuentes en la convalecencia de cualquier cirugía mayor, en el caso de la cirugía obstétrica este hecho ha recibido una atención mínima y de hecho ni siquiera se suele mencionar al explicar los riesgos de la intervención.
En la gran parte de casos uno de los primeros efectos de la cesárea es el retraso del establecimiento del vínculo materno-filial, apenas es extraído de la madre el bebé pasa a cuidados intensivos para verificar y/o descartar probables complicaciones, entonces la madre pierde ese primer contacto tan importante para ambos, además de retrasar la lactancia por causa de los niveles bajos de oxitocina y prolactina (hormonas que provocan el descenso de la leche) ya que al practicar la cesárea la secreción de estas hormonas no es estimulada naturalmente por el trabajo de parto.
Muchas mujeres van a sufrir incluso la llamada "depresión postcesarea” con sentimientos de pérdida, fracaso y dificultades notables en la adaptación posterior y en el vínculo con sus hijos. La más generalizada es la sensación de pérdida, es decir, el duelo por no haber tenido el parto soñado. Esto se puede expresar en términos de decepción "nunca imaginé que no podría parir a mi hija" o de tristeza intensa por no haber estado presente en el nacimiento: "cuando pienso en mi hijo en brazos de desconocidos nada más nacer, mientras yo estaba casi dormida por la anestesia, siento mucha pena, me da rabia tener que imaginarme lo que otras mujeres recuerdan toda su vida".
También son frecuentes las dudas recurrentes sobre si el bebé es realmente su hijo: algunas mujeres tienen pesadillas en las que descubren que el bebé que tienen no es realmente su hijo, otras expresan abiertamente "siento que no la he parido yo, realmente no es mía, intelectualmente sé que es mi hija, pero es como si mi cuerpo no la reconociera".
A esto se suelen añadir los problemas de identidad como madre e incluso como mujer: "no sé que clase de madre soy si ni siquiera he podido parir a mis hijos", los sentimientos de culpa presentes" siento que la culpa fue mía por no haber aguantado el dolor y haber pedido la anestesia" o el pensar que se ha decepcionado a la pareja "siento como si hubiera fallado a mi marido, mi cuerpo me falló en un momento crucial".
Algunas mujeres refieren sentirse violadas o mutiladas. La actitud hacia la cicatriz suele ser reflejo de dichas emociones. Hay mujeres que confiesan que no pueden mirar la cicatriz y evitan su visión incluso en el baño "mi cicatriz es un recuerdo permanente de lo que sucedió".
El enfado o la rabia con los profesionales también suele ser común, sobre todo si la mujer percibe la cirugía como innecesaria: "me siento engañada, furiosa, llena de rabia"; "lo que tenía que ser el mejor día de mi vida fue uno de los peores"; "difícilmente podré confiar en los médicos otra vez".
Incluso esta situación de urgencia vital, el miedo por la vida del bebé o la propia vida puede ser tan estresante logrando desencadenar un verdadero síndrome de estrés postraumático, una reacción psicológica que inicialmente sólo se consideraba en personas expuestas a guerras o situaciones de gran violencia y que hoy se sabe que puede producirse igualmente después de situaciones estresantes en el parto.
A pesar de sentirse aliviados o contentos por tener un hijo sano, los padres (varones) también suelen experimentar sentimientos de incompetencia, aislamiento, ansiedad, tristeza, miedo, estrés, rabia, preocupación, nerviosismo, decepción y sensación de fracaso por no haber cumplido con el papel que se esperaba de ellos como soporte activo en el parto. Las parejas que han tenido un hijo por cesárea pueden sentirse menos felices con la experiencia de tener un hijo. Además la cesárea va a condicionar el futuro reproductivo de la mujer, no tanto por motivos físicos, sino que los aspectos psicológicos motivan que muchas madres decidan no tener más hijos o distanciarlos mucho más de lo que previamente habían planeado.
ESCENAS DE UN PARTO "NORMAL" EN UN HOSPITAL
Cuando me retorcía de dolor y pedí la epidural la ginecóloga se burló de mí. ¿No querías un parto natural? Me dijo, pues aguántate. Esta ginecóloga hablaba de parto “natural” cuando mi hija tenía un electrodo pinchado en la cabeza, yo estaba monitorizada y rodeada de cables, me obligaban a permanecer tumbada, me habían roto la bolsa y puesto un gotero y sufría hipertonía por culpa de la oxitocina sintética que me estaban administrando sin yo saberlo. Tuve que mendigar la anestesia y me sentí profundamente humillada. Se miraron la enfermera y la ginecóloga y una le dijo a la otra “¿Tu crees que ésta pare por abajo?” Ese “esta” se refería a mí. Yo estaba allí, era “mi” parto y “mi” hija. Me dolió y humilló que hablasen de mí como si no existiese. Mientras empujaba y me rajaban tuve que oír comentarios desagradables y bromitas por haber pedido que durante mi parto se respetasen las recomendaciones de la OMS.
Además de desgarrarme con los fórceps, me cortaron y cosieron el músculo elevador del ano y empequeñecieron artificialmente la abertura vaginal cosiendo de más para “dejarme virgen”, como explicó la ginecóloga a mi marido con un guiño. Desde entonces mis relaciones sexuales son muy dolorosas Entré en ese hospital siendo una mujer de treinta y cuatro años adulta y responsable. Una vez dentro, semi desnuda y uniformada con una camisilla, con una enfermera dispuesta a afeitar mi vagina delante de todo el mundo, mis derechos se evaporaron. Quedé convertida en una menor de edad a la que nadie habla de su propia salud y es representada en todo momento por sus padres, un papel que el equipo médico adjudicó de inmediato a mi marido y familiares. Entré allí por mi propio pie, sana, feliz, con una hermosa hija dentro de mi cuerpo. Salí tres días después en una silla de ruedas, enferma, llena de llanto y dolor. Con una niña preciosa que no merecía haber nacido hipóxica y pasar sus primeras horas de vida en una incubadora. Sentí que el derecho a parir a mi propia hija me había sido usurpado de una forma brutal, fría y calculada por personas cuya única finalidad era acabar cuanto antes conmigo y con ella, porque al fin de cuentas era una mas de la lista.
Me han arrebatado algo muy profundo dentro de mí: mi parto, el nacimiento de mi hija, su primera mirada.
(Por respeto guardamos el anonimato de esta declaración)

EN BOLIVIA

Alguna vez pensó por qué dos de cada tres cesáreas son innecesarias?
En un documento titulado El nacimiento no es una enfermedad, la OMS establece algunas recomendaciones con respecto al uso y abuso de las cesáreas:
• No se justifica la ruptura artificial de las membranas por rutina. La ruptura artificial de membranas no es indispensable antes de un estadio muy avanzado del trabajo. Ningún dato científico justifica la ruptura sistemática de membranas por medios artificiales en un estadio temprano del parto.
• El parto no debe ser provocado por medios artificiales por comodidad, ni debería provocarse un parto si no lo requieren indicaciones médicas precisas y justificadas. Ningún país debería tener tasas de provocación artificial de parto superiores al 10%
• Los países en los que las tasas de mortalidad peri natal son las más bajas del mundo, también tienen las tasas de cesáreas inferiores al 10%. No hay, pues, ninguna razón que justifique que existan en ningún país tasas de cesáreas superiores a ese número.
• No existen pruebas científicas que demuestren la necesidad de una cesárea en las mujeres que hayan sufrido anteriormente una cesárea segmentaria inferior transversal. El parto por vías naturales en las mujeres con una cesárea anterior debe ser estimulado, cada vez que se disponga de una infraestructura quirúrgica en caso de urgencia.
Es alarmante la situación boliviana respecto a las cesáreas, según una investigación realizada por Los Tiempos : En las clínicas privadas el 70% de nacimientos son por cesárea, en las Cajas Nacionales de Seguridad Social un 50% y en el SUMI (seguro universal materno infantil) se practican cesáreas en un 40%. A pesar de la recomendación de la OMS: Ningún país debería tener tasas de provocación artificial de parto superiores al 10%. El costo de la cirugía oscila entre los 700 a 1800 dólares, según la región, la clínica privada, y el profesional que la practica.
El abuso de métodos quirúrgicos en los alumbramientos podría obedecer al exceso de celo de la clase médica, a su apuesta por la cirugía defensiva para eludir complicaciones posteriores y, por ende, posibles denuncias si algo sale mal durante el parto (negligencia médica).
Pocas son las mujeres que investigan que ocurrió y muchas descubren que su cesárea fue innecesaria, la mayoría optan por creer ciegamente en lo que el médico les dijo, así los abusos de cesárea con alusiones al que el bebé es grande, que ella es estrecha, o placenta previa con tres meses de embarazo, son un desencadenamiento brutal del sufrimiento posterior absurdo.
La atención del parto en el hospital es invasiva, represiva e inhibitoria. Desde el punto de vista de los derechos humanos, el sistema actual de atención al parto continúa siendo jerárquico y discriminatorio, y en él la mujer parturienta ocupa un lugar subordinado en el que sólo recibe órdenes y debe obedecer sin cuestionar.
Hasta cuándo vamos a seguir sometiéndonos al miedo colectivo? Cuándo volveremos a ver los rituales sagrados de vida y placer en un nacimiento? Si de un orgasmo se inicio la vida, por qué no permitimos que otro orgasmo reciba a nuestros hijos a la hora de nacer? ….de manera natural, como siempre se ha hecho, como nuestras ancestras junto a la tierra, somos las magas de la vida y de la muerte moviéndonos junto a las expansiones y contracciones de un universo dando a luz todos los momentos que compartimos con rituales de amor y placer.
"En la mayor parte de las unidades de obstetricia ya no vemos nacimientos. Lo que allí ocurre se parece tanto a un nacimiento como la inseminación artificial se parece a la relación sexual, o la alimentación a través de un tubo al acto de comer".
Ronald Laing, Psiquiatra

"La obstetricia, disciplina dominada por el hombre médico, nunca ha comprendido la fisiología del parto".

Michel Odent, médico

"Medicalizando el nacimiento… el estado de la mente y el cuerpo de la mujer se alteran tanto que la forma de realizar este acto íntimo también debe quedar alterada, al igual que el estado del recién nacido. El resultado es que ya no es posible saber cómo hubieran sido los nacimientos antes de estas manipulaciones… Por lo tanto, los proveedores de los servicios de natalidad no tienen un verdadero criterio para calibrar su asistencia".
Informe Tener un hijo en Europa. 1985 OMS
"Durante los últimos veinte años la mortalidad peri natal ha disminuido muchísimo, y los médicos lo atribuyen a que los partos tienen lugar en los hospitales. No hay ninguna prueba de que esto sea cierto. La evidencia científica es que mueren menos bebés porque hay una mejor nutrición, una mayor salud en la mujer, mejores condiciones de vivienda, y algo muy importante, porque las mujeres tienen menos hijos y los tienen cuando los desean a través de la planificación familiar. Esta es probablemente la mejor razón por la que mueren menos niños que hace veinte años. La explicación está en lo que hacen las mujeres, no los médicos.".
Dr. Marsden G. Wagner. Representante de la OMS en salud materno-infantil. 1990.

"Una mirada poco amable es suficiente para que una mujer no dilate".
Ina May Gaskin. Comadrona

"Sería difícil pensar en una entrada en el mundo más aterradora que la que la obstetricia ha creado sin darse cuenta para esta generación".
Frederick Leboyer, Tocólogo

“El nacimiento no es una enfermedad”

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